Tuesday, June 12, 2007

La Pelea (parte 3)


Fue Oscar quien dio el primer golpe, con un certero movimiento de muñeca aprovecho un descuido de Voggel en su flanco izquierdo y pego ahi, el golpe hubiera dejado a cualquier soldado moribundo, mas Voggel sonrio, en la prision de Berlin Moabit habia tratado con tipos mas duros que el, incluso se acordo de un estibador Rumano que reia a gritos mientras le quebraba uno a uno los dedos con su tenaza de mecanico, tomo aliento y embistio con su baston, los acolitos de el se habian juntado ya con nosotros y corrian las apuestas con los trabajadores del local sobre quien ganaria, Voggel transpiraba como si hubiera corrido la maraton y Oscar no se le quedaba atras, nuestro buen bruto blandia su pata de mesa y gritaba de una forma que se ponian los pelos de punta, gritar es bueno le habia dicho un carnicero Japones que tenia una pequeña tienda en Bremen en donde vendia carne de perro a la que hacia pasar por la mas fina carne de res y asi mismo el grito largo rato mientras lo subian al patibulo para ahorcarlo por haber asesinado a su esposa y haberla tratado de vender asuciendo que era hora de tener otra, Voggel empezo a titubear y se pregunto si seria tan cierto que los ejercitos de Hitler ya estaban usando enfermos mentales para empezar a suplir las bajas, pues este tipo era el mas loco que le habia tocado hasta entonces, cada golpe que le daba con su baston no le hacia efecto y parecia que le daba mas fuerza lo que se notaba cuando le tocaba pegar a el, miro a sus acolitos que tenian cara de susto y supo que perderia, en un momento de duda bajo su baston, fue lo que Oscar necesitaba, ya no habia nada mas que perder, el local era una ruina, los parroquianos que pasaban por fuera al ver el kaos que habia en el local huian despavoridos, que los Alemanes peleen entre ellos dijo monsieur Lafret a su hija, sin saber luego que el caeria en una redada que harian los soldados contra los maquis.
Oscar golpeo solo una vez, Voggel cayo viendo que todo se nublaba y al llegar al suelo ya habia perdido el sentido, Oscar sonrio ufano y levanto su palo en señal de victoria, los dogos tomaron a su jefe y se fueron y nosotros tomamos a Oscar e hicimos lo mismo, lomejor era volver al submarino puesto que era muy probable que mas jaurias nos cayeran encima, a esta altura nada mas se podia esperar.

2 Comments:

Blogger Vladimir Lebanov said...

Un brindis por tu bruto compañero... debes sentirte afortundao; los buenos camradas siempre se precian en la guerra...

9:19 PM  
Blogger Ultimo sobreviviente said...

Tengo la suerte de tener un muy buen camarada, que aunque esta lejos se que estara ahi para toda la vida.

9:25 PM  

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