Últimos días.
Galletas, chocolates, un poco de goma de mascar y para terminar las compras una cerveza helada, quizá de acá a cuando mas podré darme este gusto, pese a todo, la gente camina un tanto despreocupada y ausente, como que poco a poco les empieza a dar lo mismo a estos Franceses nuestra presencia en sus ciudades y pueblos, cuando llegamos nos dieron cartillas con unas cuantas frases corteses y en las cuales explicaban de una manera muy infantil cual era nuestra misión, todos sabemos que ellos no se creen el cuento y se sabe de muchos hombres que en el día le dan vida a las ciudades y están en contacto directo con nosotros y en la noche, en cuanto cae el sol, forman parte del movimiento de resistencia o maquis que lucharan sin descanso por su patria libre.
Así también nos advirtieron de los lugares a los cuales es mejor no ir so pena que nos agarren nuestros dogos o las patrullas mixtas que se han formado, lógicamente que nosotros ya andamos con pies de plomo en ese sentido, Voggel quedo muy mal herido después de la pelea del bar, lo bueno que el y sus dogos dijeron que habían sido atacados por cerca de 20 integrantes del maquis así que la cosa no termino mal para nosotros, por lo mismo no tentamos ya a la suerte con el profesor y salimos solo a lugares muy cercanos y sin Oscar. Lamento solamente que 10 presos Franceses hayan sido fusilados por este ataque a las fuerzas de ocupación cosa que importo lo mismo que nada a Oscar:
“Si estaban en chirona tiene que haber sido por algo, no hay gente inocente en la cárcel.”
Para variar en algo tenia la razón y pese a que el profesor se opuso férreamente a ese pensamiento yo si lo entendí, me había olvidado, anotare también algo de miel.